No necesito presentar a TONY LEVIN, DAVID TORN y ALAN WHITE, tres
veteranos del rock progresivo y experimental cuyos currículums y
créditos hablan por sí solos (aparte del hecho bastante trivial de que
la presencia del segundo no tiene un perfil tan destacado en el
mainstream), aunque lo que sí debe presentarse es su asociación como
power-trío para gestar un fantástico disco de rock instrumental
vanguardista bajo el sencillo título de “Levin-Torn-White”. Hasta aquí,
todo claro y todo bien delineado. Este álbum arrastra muchas de las más
brillantes cualidades que se hicieron presentes en los proyectos de
UPPER EXTREMITIES, POLYTOWN y BOZZIO LEVIN STEVENS, así como la amplia
obra solista de Torn y los pasajes más aventureros de Levin: un
desafiante eclecticismo de psicodelia, jazz-rock de vanguardia, prog
oscuro, fusión y abstracciones cósmicas. De hecho, Torn y Levin parecen
conformar un reinado bicéfalo para este power-trío, pero el tercer
elemento Alan White es la gran sorpresa aquí. Al menos, para los que
hemos criticado su falta de nervio en los últimos discos de Yes y su
limitado sentido del desafío musical en su más reciente proyecto
solista, apresurándonos a endosarle la etiqueta de “gloria quemada del
progresivo” (o cualquier otra con un significado similar). Bueno, es
verdad que él no ha gozado de mucho campo de expansión expresiva dentro
de las últimas misiones Yessianas, y también que él ha demostrado no
tener la vitalidad aventurera de su perpetuo némesis Bill Bruford, pero
este disco nos obliga a tragarnos esas palabras que muchos hemos usado
para señalar que ya había pasado su tiempo y que ya dio todo lo que
tenía que dar en el negocio musical. Cuando parecía que aquellos tiempos
en los que se había adentrado en el mundo del jazz-rock y arribado al
mundo Yessiano durante su etapa más ambiciosa eran reliquias del pasado,
White se ha revelado como una fuerza rítmica muy a tono con las
exigencias de sus compañeros de este viaje, activando motores, aplicando
anclas y forjando mástiles para que la dupla Torn-Levin mapee y dirija
los diversos trayectos proyectados y reflejados en el repertorio de este
disco. Pasemos ahora al repertorio en cuestión.
‘No Warning
Lights’ abre al álbum con un ejercicio de psicodelia free-form a modo de
bizarra expectativa ante lo que promete ser una excitante aventura
sónica, una manifestación de la sombría noche en sus últimos instantes
antes de que el sol emerja en un vibrante amanecer… ¡y la promesa
empieza a cumplirse con las vibrantes llamas rockeras de ‘Ultra
Mullett’, flameantes e hipnóticas como el imponente brillo de una aurora
boreal! Este segundo tema se despliega sobre un autoafirmativo compás
funky-rock donde el delirio neurótico propio del Crimsonismo 80ero y los
aspectos más extrovertidos del proyecto UPPER EXTREMITIES hallan un
adecuado campo de expansión. Después de esta celebración de la
exaltación y el swing, ‘White Noise’ se explaya en un colorido caótico
bajo la guisa de free-jazz, abriendo así la puerta para que ‘The Hood
Fell’ exhiba un llamativo ejercicio de rock emo con un fuerte componente
psicodélico: no se trata de una pieza estructuralmente compleja, pero
el trío sabe insuflarle suficiente sofisticación como para sacarle
imponente brillo a los riffs, los esquemas rítmicos y los fraseos en
curso. Por su parte, ‘Monkey Mind’ despliega neurosis y furia con total
desparpajo: el esquema rítmico de la pieza mantiene un afán
relativamente comedido al swing que impone desde el inicio, dejando así a
la divina guitarra de Torn liderar el camino expresivo del ensamble
desde las áreas opresivamente torturadas del lenguaje rockero. ¡Todo un
cénit del álbum! ‘Cheese It, The Corpse’, tema que sigue a continuación,
no le queda a la zaga: su excitante manejo de un intrépido jam en 7/8
sirve para que el trío muestre plenamente su faceta pletórica, al modo
de una aplanadora Crimsoniana alimentada por un talante juguetón. White
opera como un maestro de obras con la mente sólida, mientras que Levin y
Torn se enrollan en un desafío fraterno a la hora de llenar los
espacios. Aunque las sonoridades en curso portan tonos sombríos, el
cuadro musical resultante es extrovertido y, como dijimos antes,
juguetón. ¡Otro cénit!... y no será el último.
Tras todas estas
diversas expresiones de fragor rockero organizadas bajo una
sofisticación grácil y a veces ampulosa, viene bien que ‘Convergence’
instale un sendero sónico de misterio y languidez, un sendero forjado
con ornamentos psicodélicos de tendencia minimalista sobre los cuales
van flotando alucinadas florituras cósmicas de guitarra. La neurosis ha
dejado de buscar la luz del día y mira hacia el atardecer interno de sus
propias pulsaciones emocionales, primero a través de la tensión casi
callada de ‘Convergence’, e inmediatamente después, a través de la
sombría melancolía de ‘Pillowfull Of Dark’, tema que desarrolla un
lirismo bizarro en base a un esquema rítmico ceremonioso en el que las
capas cósmicas, los fraseos de la guitarra eléctrica y los adornos de
guitarra acústica delinean una refinada arquitectura de abrumadora
inquietud. Una gema inescrutable y monumental, otro cénit, no nos cabe
duda. La cadencia funky del breve jam jazz-rockero ‘The Eggman Cometh’
sirve para iluminar momentáneamente el ambiente, al modo de una ventana
que se queda entreabierta por un rato, pero la emergencia de ‘Sleeping
Horse’ nos muestra al trío nuevamente entusiasmado con explorar aspectos
cósmicos de la inquietud mental y la oscuridad emocional, casi como un
híbrido entre el TANGERINE DREAM 1972-3, el estándar del Frippertronics y
ART ZOYD, aunque esos matices jazzeros sabiamente insertados en un
paisaje psicodélico tienen el inconfundible sello magistral de Torn. La
oscuridad se vuelve incendiaria, quemando a fuego lento sin agotar el
oxígeno del entorno, es una oscuridad que, paradójicamente, en vez de
ahogar el ambiente, lo revitaliza. Bajo un título tan gracioso como
‘Prom Night Of The Centipedes’ se nos ofrece un jam ágil aunque no
exultante, aún embebido de la densidad oscura que ha venido marcando las
pautas predominantes de expresividad de las últimas piezas: en todo
caso, se nota una actitud mucho más extrovertida en el ensamble,
especialmente en el modo en que White explora el momentum rítmico y en
el modo en que Torn desarrolla un psicótico solo poco antes de llegar a
la barrera de los 2 minutos. ‘Crunch Time’ retoma el sendero
dinámicamente furioso de ‘Monkey Mind’ mientras se hace eco parcialmente
del swing de ‘Cheese It, The Corpse’ y de la densidad cósmica que
parece no querer irse… pero se termina yendo cuando arriba ‘Brain
Tattoo’ con su exhibición de puro músculo, la cual empieza con un
prólogo delirante pero pronto se focaliza en un talante un poco más
relajado, eso sí, siempre filudo: al respecto, una mención especial debe
ir para Levin, quien aporta aquí algunos de ataques más robustos desde
su bajo. No hubiera venido mal que este tema durara un poco más,
teniendo en cuenta su gancho, pero se exige que los últimos cinco
minutos del álbum estén estrictamente ocupados por ‘Lights Out’, tema
que explora arquitectónicas telarañas psicodélico-progresivas sobre los
cimientos de una cadencia rítmica fusionesca, al modo de un punto de
encrucijada entre UPPER EXTREMITIES, PROJECKT I y GORDIAN KNOT. Tal vez
no se trate de la forma más luminosa de concluir el álbum, pero sin duda
esta pieza porta un esplendor especial en sus propios términos,
finalizando con un golpe de efecto tajante y definitivo.
Ésta fue
la experiencia de “Levin-Torn-White”, el testimonio de una aventura
progresiva contemporánea a cargo de un aquelarre de sabios expertos que
lo único que tienen que hacer es confiar en sus propias experiencias
vitales y en la lucidez intuitiva de sus compañeros de ruta para hacer
que la química funcione a las mil (o diez o cien mil) maravillas.
Gracias a Tony, David y Alan por haber brindado una obra tan filuda y
motivadora a todos los coleccionistas progresivos del mundo.
CÉSAR INCA
http://autopoietican.blogspot.com.ar/2011/12/levin-torn-white-un-trio-de-avanzada.html
Tracklist:
1. No Warning Lights (2:10)
2. Ultra Mullet (4:41)
3. White Noise (2:57)
4. The Hood Fell (3:35)
5. Monkey Mind (4:27)
6. Cheese It the Corpse (4:48)
7. Convergence (4:08)
8. Pillowfull of Dark Dreams (4:18)
9. The Egg Man Comith (1:32)
10. Sleeping Horse (5:34)
11. Prom Night of the Centipedes (4:40)
12. Crunch Time (4:04)
13. Brain Tattoo (3:15)
14. Lights Out (4:59)